¿Alguna vez has pensado en hacer yogur en casa? Es muy fácil, divertido y sabe delicioso! Con algunos ingredientes y un poco de tiempo, podemos hacer nuestro propio yogur en casa, sin aditivos y exactamente a nuestro gusto. Aquí te mostramos cómo hacerlo.
Ingredientes:
- 1 litro de leche entera (al menos 3,5% de grasa, para obtener un 3,9% podemos añadir un poco de nata)
- Opcional: 100–150 ml de nata (para una consistencia especialmente cremosa)
- 2–3 cucharadas de yogur natural (asegúrate de que contiene «cultivos vivos», 3,8% de grasa)
Equipamiento:
- Una cacerola
- Un batidor
- Un termómetro (es muy útil, pero no estrictamente necesario)
- Tarros limpios o un yogurtera
- Una toalla o manta
Instrucciones:
- Calentar la leche y la nata Pon la leche y la nata en una cacerola y calienta lentamente la mezcla a unos 90 °C. Este paso es importante porque ayuda a eliminar posibles gérmenes y asegura que el yogur quede bien firme. Revuelve de vez en cuando para evitar que se queme.
- Dejar enfriar la mezcla Deja que la mezcla de leche y nata se enfríe a unos 40-45 °C. Esta es la temperatura perfecta para que los cultivos de yogur se sientan cómodos. ¿No tienes termómetro? Prueba la temperatura con el dedo: debe estar agradablemente tibia, pero no caliente.
- Añadir el iniciador de yogur En un pequeño bol, mezcla el yogur natural con un poco de la mezcla enfriada. Esto ayudará a distribuir bien los cultivos. Luego, añade esta mezcla al resto de la leche y revuelve con suavidad para que todo quede bien homogéneo.
- A llenar los tarros Vierte la mezcla en tarros limpios o en una yogurtera. Si no tienes equipo especial, cubre los tarros con una toalla limpia y colócalos en un lugar cálido. La mezcla debe reposar entre 6 y 12 horas. Cuanto más tiempo repose, más firme y ácido será el yogur.
- Enfriar y disfrutar Cuando el yogur esté listo, ponlo en el frigorífico para que se enfríe y su consistencia mejore un poco. Luego disfruta, ¡ya sea solo, con frutas, miel o frutos secos!

¿Cómo reconocer yogur con cultivos vivos?
Para que nuestro yogur salga bien, es importante usar un yogur natural con cultivos vivos. Pero, ¿cómo podemos reconocerlo? Aquí algunos consejos:
- Etiqueta en el envase: Asegúrate de que en el envase se mencionen términos como «cultivos vivos», «cultivos probióticos» o los nombres de las cepas bacterianas como Lactobacillus bulgaricus y Streptococcus thermophilus.
- No ha sido tratado térmicamente: Si el envase dice que el yogur ha sido «tratado térmicamente» o «pasteurizado», los cultivos ya no están activos. Este tipo de yogur no es adecuado para hacer yogur casero.
- Lista de ingredientes sencilla: En la lista de ingredientes solo deberían aparecer leche y cultivos de yogur. Si hay estabilizantes, azúcares o aromas, el yogur podría no ser adecuado.
- Preferir yogur natural: Lo mejor es optar por yogur natural simple, ya que las versiones aromatizadas a menudo no contienen cultivos activos.
Con estos consejos, seguro que encuentras el iniciador perfecto para tu yogur casero.
Algunos consejos adicionales:
- La temperatura adecuada: Una temperatura constante es clave. Los tarros pueden envolverse en una manta o ponerse en el horno (en la temperatura más baja o con la luz encendida) para mantener una temperatura uniforme.
- ¡Experimentar es divertido! Podemos probar con diferentes tipos de leche o añadir ingredientes como vainilla para encontrar el yogur perfecto.
¿No parece tan difícil, verdad? Lo mejor de todo es que sabemos exactamente qué lleva y podemos ajustar el yogur a nuestro gusto. ¡Diviértete probando y cuéntanos cómo ha quedado tu primer yogur casero! 😊